El silicio ayuda a las plantas a combatir enfermedades y plagas, construir paredes celulares fuertes, absorber nutrientes, combatir la toxicidad de los metales y, en última instancia, mejorar el rendimiento de los cultivos.

Algunos de los beneficios son:

• Crecimiento: Mejora el desarrollo celular y promueve la generación más rápida de paredes celulares
• Absorción de nutrientes: El silicio aumenta la cantidad de nitrógeno disponible
• Protección: Es muy efectivo a la hora de proteger a las plantas de patógenos como la toxicidad de los metales
• Plagas y enfermedades: El silicio actúa, por un lado, en la capa exterior de la planta, acabando con insectos como la araña roja
• Producción: Ayuda a crear paredes celulares más fuertes, lo que da a la planta más capacidades de defenderse ante las inclemencias. Esto promueve la producción de cogollos de gran tamaño

Unas paredes celulares fuertes y gruesas también se traducen en tallos y ramas más gruesos. Este aumento de volumen permite que las plantas distribuyan las sustancias esenciales, como el agua y los fertilizantes, con mucha más facilidad por todos sus tejidos.

El silicio debe aplicarse primero al preparar la solución ya que es un producto muy alcalino lo que genera un aumento en el pH. Como el agua tiene un pH ácido esto puede generar precipitaciones y por eso podemos llegar a ver que el agua toma un color blanquecino. Después de mezclar los productos, volverá a su color normal.
Luego de la aplicación en el agua hay que regular el pH al valor deseado y continuamos con la aplicación de los fertilizantes.